El detalle más caro del mundo

   Hemos visto este verano 2015 como la Dirección General de Tráfico a través de diferentes campañas como “Las gafas más caras del mundo” o “La canción más cara del mundo”, trata de concienciarnos como un pequeño detalle dejado pasar por alto nos avoca a un desastre o una tragedia sin vuelta atrás.


Esta es la primera entrada en mi blog, y trata justamente de eso, en todos los órdenes de la vida, cualquier desgracia viene precedida prácticamente siempre de un detalle nimio que dejamos pasar por alto, pero hoy lo aplicaremos a la fotografía.  


 Muchos de los accidentes fotográficos que nos ocurren vienen precedidos por pequeños detalles  a los que no les dimos la importancia que de verdad tenían.

El tema del perfecto estado de un trípode es una de las causas más habituales de accidente, una pata que no ajusta bien y desliza por no haber perdido un minuto en ajustarla o por no llevar el destornillador o llave de ajuste acaba costándonos una cámara más su objetivo en el suelo cuando menos, pero a veces cae en un acantilado sin remedio, o en un rio…personálmente he visto caer un equipo entero en medio de Rio Tinto por no estar equilibrado el peso cámara-objetivo respecto a la vertical eje-trípode. He sufrido una rotula (trípode) totalmente bloqueada por el frio y que conseguí desbloquear a tiempo para las auroras  gracias al aceite de la varilla del motor del vehiculo…..Pero seguro que todos nosotros tenemos varios casos para contar de los cuales sacar conclusiones positivas.

   

   En esta, mi primera entrada quería contaros algo que sucedió en Islandia en 2015, el primer día de viaje, pinchamos, si, parece increíble con los neumáticos que utilizan los todoterrenos que llevamos allí,… estuvimos valorando la opción de cambiar la rueda nosotros y disfrutar nuestro primer atardecer q ya prometía a media tarde según las nubes, pero decidimos arriesgar y cambiarla en un taller de Vik, también gracias a que mantenía cierta presión el neumático….el asunto no se demoró demasiado pero si lo suficiente para quedarnos en tierra de nadie y perdernos aquel, ya si, fantástico atardecer…….lo comentamos pero todos estábamos de acuerdo que habíamos hecho lo mejor.


   El caso es que solo 24 horas más tarde volvimos a pinchar y esta vez en la famosa Stokksnes ,pero aquí la cosa se multi-complicó. Teníamos hecha la reserva de las cuevas de hielo y solo faltaba algo más de una hora y estábamos todavía lejos de ella.

 

  Para empezar nos costó encontrar el sistema para desbloquear la rueda de repuesto, después el gato que traía el jeep era de un vehiculo normal y no daba la altura necesaria y tuvimos que buscar un sistema estable y  firme (solo encontramos una piedra para hacerlo)para estabilizar el peso del vehículo entero con el peligro que suponía volcarlo, una vez todo el 4x4 sobre este “arreglo”, resulta que la rueda pinchada no salía de sus ejes porque estaba soldada a ellos seguramente debido a la sal de la carretera mezclada con agua y oxido. Solo nos  teníamos a nosotros mismos para a base de patadas intentar desbloquearla.

   

   Al final lo conseguimos, no sin mucho más esfuerzo del normal por detalles que no te esperas, incluso nos dio tiempo a ir hasta el pueblo de Höfn y volver a arreglar el pinchazo por segunda vez.

   La conclusión es que cualquier pequeña imperfección que tengamos en nuestro material fotográfico no hay que dejarlo porque acabara costándonos muy caro. Saludos!!

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Comentarios: 2
  • #1

    Micha King (martes, 13 octubre 2015 22:38)

    Felicitaciones Frank:
    "NADA ES IMPOSIBLE"............y tu lo has conseguido...eres un artista!.
    Saludos. desde Punta del Este (Uruguay) donde espero que vengas a visitarnos e inspirarte para la proxima con nuestros paisajes.
    Felicidades.!!!

  • #2

    Fran Rubia (sábado, 17 octubre 2015 02:30)

    Muchissimas gracias Micha, ya de vuelta de Londres, de este increíble acontecimiento fotográfico, te tomo la palabra y espero poder visitar pronto Uruguay, abrazos y besos desde España.